Una de las cosas que marcan con mayor facilidad el corazón de una persona son las palabras que se dijeron (o no se dijeron) en su niñez. Las palabras como dice Proverbios 12:6 “…tienen el poder de destruir o edificar"; estamos claros que no se trata del poder de hacer que se hagan las cosas que decimos, es el poder de 《destruir o edificar》esto nos lleva a 2 preguntas ¿destruir o edificar a quien? ¿Qué uso le estoy dando a mis palabras?.
En el ámbito de
la crianza, las palabras son sumamente importantes al momento de afirmar a
nuestros hijos. Cuando sabemos usar nuestras palabras para alentar, animar, corregir
en amor, apoyar, calmar, estamos afirmando el espíritu y el corazón de nuestro
pequeño. Así como usar nuestras palabras para ofender, manipular, ridiculizar,
menospreciar, daña y contrista el espíritu y corazón de nuestros hijos.
Pero existe un
peligro al momento de afirmar a nuestros hijos, y si no conocemos el riesgo
fácilmente podríamos caer en el. ¿Qué estás afirmando en tu muchacho? En la
afirmación de nuestros hijos fácilmente podemos caer en el error de afirmar sus
talentos, ¡pero es que mi hijo es muy talentoso! Muy bien, estoy segura que
muchas mamás se sienten muy orgullosas de los talentos que ven desarrollar a
sus niños. Pero el punto es, ¿puede la afirmación crear en el corazón de mi
hijo orgullo? Creo que la respuesta es: puede que si. La afirmación al talento
y lo prodigioso en nuestros hijos puede crear un corazón orgulloso en ellos,
porque les estamos diciendo que está bien confiar solo en sus capacidades. En
cambio, cuando afirmamos el esfuerzo, la disciplina, la constancia, que no son
innatas en ellos sino que aprenden a desarrollar, a veces de forma obligada,
estaremos creando en ellos un corazón
humilde, el cual reconocerá que aunque tenga muchas capacidades requiere de
algo más para poder lograr sus objetivos.
Por un tiempo
cometí el error de afirmar lo incorrecto en mi hija, y aunque aún hoy es
pequeña, sé que ella lucha con el orgullo de creerse capaz de todo solo porque
es muy habilidosa; no es esa la clase de mujer que quiero que sea mi hija al
pasar los años. Mi esposo ha sido de guía en este tema para yo poder determinar
esa línea tan delgada entre afirmar sus capacidades y afirmar sus esfuerzos.
Los padres hemos
sido escogidos por Dios para criar hijos para su gloria y honra, y eso implica formar
un carácter en ellos que honre a Dios no solo de pequeños sino también de
adultos. Recuerda, todo aquello que ellos viven en su infancia son un marcador
para el carácter que han de desarrollar de adultos.
Así que, ¡querido padre!
- Afirma a tus hijos, pero no lo hagas en base a sus capacidades sino en base a las cualidades del carácter que muestra.
- Enséñale que él no puede hacer todas las cosas, pero Jesús en él puede ayudarle a lograr cosas maravillosas.
- Oriéntale a ver sus capacidades sin tener un concepto de sí mismo más alto del que deba tener.
- Enséñale que las habilidades y capacidades, sin un carácter aprobado, no son de mucho valor para Dios.
- Afianza en ellos el servicio a otros.
- Llévalo a ver las capacidades de otros y a animarles en sus esfuerzos.
Para recordar:
Por la gracia que se me ha dado, digo a todos ustedes: Nadie tenga un
concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo
con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.
Romanos 12:3
Por Omarlis de Tapisquen
Muy buen artículo. Dios te bendiga hermana queridaaa. ¿Puedes darme un ejemplo que te haya pasado en casa y cómo afirmaste?
ResponderEliminarRecientemente nos pasó que mi hija mayor es muy buena para memorizar y en sus exposiciones escolares le va muy bien, cada vez que llega con una buena nota, evito decirle que es por que su memoria es extraordinaria, la felicitamos ppr el esfuerzo que imprimió en aprenderse todo.
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