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Mostrando entradas de septiembre, 2020

Serie: Cuando peca – Mis reacciones ante el pecado de mi hijo

  ¡Cuando peca, soy paciente! “El amor de una madre es infinito, la paciencia, es otra cosa”. Es una frase que me encontré en las RRSS hace unos meses y me causo algo de risa, pero al compartirla pensaba, ¡cuán difícil es desarrollar la paciencia! Sobre todo en esos momentos cuando te encuentras tratando de preparar la cena, con unos minutos retrasados, y allí están los niños de mal humor por el hambre, la bebé guindada de tu pierna y si también es tu caso, con esos pantalones casi por las rodillas de tanto halar. Esos son los momentos donde la paciencia debe salir a flote en nuestras respuestas y en nuestra actitud. La paciencia vista desde la biblia. La paciencia es definida por Trench (escritor bíblico) como “un prolongado aguante mental antes de dar lugar a la ira” . Y el mismo autor expresa que la paciencia de Dios ha sido “una tregua con el pecador”. La paciencia es una faceta del fruto del Espíritu (Ga. 5:22), también, es una virtud que Dios aprecia de manera especial en

Serie: Cuando peca – Mis reacciones ante el pecado de mi hijo

¡Cuando peca, me desbordo! Un día de una mama real, común e imperfecta está lleno de situaciones que prueban la paciencia hasta su límite y más allá, y es que como expresé en mi escrito anterior hay días que parecen que nuestros hijos nacieron solo con ese propósito. Cuando nos hallamos en estas escenas de poner a prueba nuestra paciencia, tenemos, a mi parecer, tres reacciones, la primera la descubrimos en el artículo anterior; dejar de corregir y que hagan lo que quieran. La segunda reacción que les compartiré hoy, es explotar en enojo. Quizá esta no sea la reacción más común en algunas mamás, o quizá sí, pero puedo decirte que para mí ha sido toda una lucha dejarla. Si investigamos un poco, el enojo afecta sensiblemente el organismo. Puede ocasionar un aumento en la presión sanguínea, alteraciones arteriales, dificultades respiratorias, trastornos hepáticos y alteraciones de la vesícula biliar y el páncreas. Según la opinión médica, la cólera y la ira se encuentran entre las e

Serie: Cuando peca – Mis reacciones ante el pecado de mi hijo

¡Cuando peca, me rindo! «Me estas colmando la paciencia», «Estás rebosando mis límites», «Estoy hasta aquí (señalando con la mano por encima de la cabeza)» seguro son frases que conoces muy bien, y es que las usamos comúnmente para expresar nuestro agotamiento mental y físico, cuando nuestros hijos nos llevan al tope de nuestra paciencia. Un bebé, un niño, un adolescente va a probar nuestra paciencia hasta el límite y más allá. Sin duda hay días donde parece que nacieron para probar nuestro aguante. Estas semanas con mis hijas ha sido una prueba de paciencia tras otra. A veces no me dan ganas de seguir diciendo y repitiendo las mismas cosas, porque parece entrarles por un oído y salirles por el otro. Quiero tirar la toalla y ya, dejar que hagan lo que quieran y después vemos cómo lo arreglamos. Y es que así parece que se resuelve fácilmente ¿no? «Llegué a mi límite contigo y ya me cansé». Y es que, no corregir la actitud equivocada que presenta constantemente nuestro hijo, nos