¿Has escuchado el refrán popular, “hijo de gato caza ratón” o “hijo de culebra nace picando”? pues es
una clara referencia a lo que les quiero compartir hoy.
¿Alguna vez has visto a tu hij@ vestid@ como tú? ¿Actuando
como lo haces tú? ¿Hablando como tú hablas? Es muy común que los niños tomen
roles que ven en el hogar o en la escuela y jueguen a ser mamá, papá, maestra,
superhéroes, pero esto de ser como mamá o papá va más allá.
Mi hija de cuatro años y yo, desde ya nos llevamos como dos
adolescentes, sí; me lleva la contraria en todo, una que otras veces nos
gritamos aunque siempre terminamos reconciliadas. Mi esposo siempre me dice: “Tu hija te admira y te admira tanto que
quiere ser como tú” y realmente uno se siente halagada de esto, pero que
compromiso es el hecho de esta verdad. Me hace recordar una canción de Danny Berrios Yo quiero ser como tú porque él quiere ser como yo.
Nuestros hijos nos admiran pero también pueden llegar a despreciar
lo que somos. Esto no dependerá de más nadie sino de nosotros mismos. De lo que
les enseñamos con palabras pero aún más de lo que les enseñamos con nuestros
actos. En nuestra familia tomamos algunas acciones al respecto y no solo para
evitar que nuestras hijas nos desprecien, sino porque esto nos ha sido de
enseñanza para valorar nuestro testimonio para con los de adentro como con los
de afuera.
Una de las cosas que hacemos es no mentir bajo ninguna circunstancia. Ellos perciben nuestras
mentiras y esto crea desconfianza en ellos y alientan el desamor hacia nosotros
también. Si Anna me dice que quiere una chupeta y en ese momento no se puede
porque es muy temprano, no respondemos que no tenemos dinero, sino que
realmente no es tiempo para comer dulce. Si ella me dice que si en la tarde
podemos correr bicicleta y yo sé que en la tarde no se podrá, no le respondemos
si, si hija solo para salir del paso, le explicamos que no se podrá por tal o
cual razón.
A veces creemos que esa simple mentirita no les hará nada y a
nosotros tampoco, pues déjame decirte que el semáforo ya está en rojo al
momento de esto, poco a poco crearas una barrera de desconfianza entre tu
pequeñ@ y tú, también tu testimonio se ve afectado “no existen las mentiritas blancas” acostúmbrate a prometer y
cumplir, desde lo más sencillo hasta lo mas complicado.
Debemos enseñarle a nuestros hij@s con nuestro ejemplo vivo
lo que le pedimos o exigimos a ellos ¡Que
difícil es corregir en tu hij@ una conducta que tú practicas!
Ellos pueden admirar nuestra capacidad de atender la casa,
de cocinar rico, de trabajar, pero lo que más les marca es nuestra capacidad de
ser sinceros en todo, puntuales, calmados,
pacientes, alegres, confiados en Dios
y amorosos sin condiciones. Estas
cualidades nos darán la seguridad no solo de la admiración de nuestros pequeñ@s
sino de que serán buenos hombres y mujeres, con valores reales en sus vidas.
Por Omarlis de Tapisquen
Comentarios
Publicar un comentario