Una relación se mantiene con la constancia y dedicación que se le da.
En la última entrada de esta serie quisiera que pudiéramos estudiar la
influencia que ejerce en nuestros hijos, nuestra relación más importante, si,
nuestra relación con Dios.
Y es que esta debe ser nuestra relación prioritaria porque ella nos
llena del amor y la templanza que como padres necesitamos para la crianza
bíblica y efectiva de nuestros hijos.
Verdad: «No hay
bien para nosotros fuera de Dios»
Lo primero que necesitamos saber es que fuera de Dios no encontraremos
guía sabia para la crianza de nuestros pequeños. Nuestro ser fue diseñado para
estar cerca de Dios, pero el pecado nos aparta de su presencia. Al aceptar a
Jesús en nuestro corazón tenemos acceso nuevamente a su presencia por medio de
la lectura de la biblia y la oración.
No existe nada bueno que podamos disfrutar fuera de Dios, ni aún la
relación con nuestros hijos, pues ellos no nos pertenecen, por su voluntad nos
fueron dados.
“Oh alma mía,
dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti”. Salmo
16:2
Reto: «Apartando
tiempo para estar a solas con Dios»
¿Nunca pensaste qué difícil sería tener tu devocional personal cuando
tuvieras hijos cierto?
El atender tantas cosas durante todo el día, y sin contar aquellas
noches donde no podemos dormir más de 20 minutos cada dos horas, nos dejan con
tal cansancio encima que nos cuesta un mundo concentrarnos en orar o leer Las
Escrituras.
¿También eres de las mamás, que cuando se sienta en la computadora para
estudiar o toma la biblia para leer tu hijo no quiere nada con nadie y te
conviertes en la única que puede saciar su necesidad de atención? Pues este es
mi caso, y en varias ocasiones no se presenta solo con la bebé, también mi hija
de 4 años se suma a la lista. Esta realidad me ha obligado a realizar un cambio
de hábitos para poder continuar teniendo mi tiempo a solas con Dios. Vas a
fallar, yo he fallado, pero lo importante es seguir intentando.
Claro está, esto implica esfuerzo constante. Pero no te desanimes, Dios
conoce tu corazón, sigue esforzándote en cumplir con el horario que has
determinado es el más conveniente para realizar tu devocional personal.
“Anhela mi alma y
aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al
Dios vivo”. Salmo 84:2
Actúa: «En todo
momento preséntate ante El»
¿Estás triste? Eleva una oración. ¿Sientes ansiedad por el mañana?
Eleva una oración. ¿Sientes que no soportas a tus hijos? Eleva una oración. ¿Te
sientes feliz? Eleva una oración. Exacto, estamos entendiendo, sea cual sea tu
estado de ánimo aprovecha de presentarte ante Dios.
Tus hijos necesitan ver que eres una mamá que ora, que lee la Biblia,
si quieres que ellos también lleguen a los caminos de Dios es muy importante
dar el ejemplo de cómo se mantiene una relación de dependencia hacia Dios.
Una estrategia que me gustó mucho aprendida de
#retode30diasdeoracióndeunamama de “Aviva nuestros Corazones” fue tomar en el
día un tiempo con toda tu familia (esposo e hijos) y en modo de juego expresar
acciones de gracias, oraciones los unos por los otros, expresar algún verso de
memoria. Esta estrategia ayuda a tomar tiempo en familia para Dios en esos días
llenos de mucha actividad. Pero no te conformes solo con esos momentos, busca
el espacio, tiempo y lugar adecuado para exponer delante de Dios tus tristezas,
luchas, aflicciones y alegrías.
“Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”. Salmo 42:2
Una mamá que ora
podrá enfrentar los desafíos de la maternidad con un espíritu lleno de
paciencia, amor y dominio propio.
Una mamá que lee y
estudia la biblia podrá enfrentar los desafíos de la maternidad con un carácter
apropiado.
Dios es nuestra ayuda diaria. ¡Un blog muy nutritivo! Tu experiencia motiva a otras mamás, como yo...
ResponderEliminarAmén!! Buscando edificar a otros y dando gloria a Dios en todo.
EliminarAnimada a mejorar esta relación tan importante e influyente en mi andar diario y en la relación con mi familia. Un reto! Gracias amiga. Dios te siga usando.
ResponderEliminarAmén amiga! El esfuerzo en esta relación nos traerá abundantes bendiciones.
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