Este
escrito lo titule de esa manera porque creo que las quejas no son algo que
debemos vencer más bien, son algo que debemos sobrellevar, porque siempre
estarán presentes en nuestro día a día. Como seres humanos imperfectos y llenos
de un deseo de satisfacción total a todas nuestras necesidades siempre nos
veremos tentados a quejarnos, muchos no lo ven como algo malo; por el
contrario, ven como malo el no hacerlo y lo llaman “conformismo”. El punto es
que siempre lucharemos con las quejas y estas en dos sentidos; las quejas mías
y las quejas de los demás.
Yo
normalmente suelo ser una persona que no se queja mucho, de verdad que muchos
me han llamado (y muchos otros lo han pensado) conformista, pero yo no creo que
sea conformismo lo que me lleva a emitir muy pocas quejas, creo que eso se
llama agradecimiento.
Algo
que me afecta muchísimo son las quejas de los demás y sobre todo si son hacia
mi persona. En casa lucho mucho esto, muchas veces he caído en desanimo,
frustraciones y enojos por este pequeño gran problemita de las quejas.
A veces
nos encontramos desanimadas porque te esmeras en la cocina, limpiando,
acomodando y lo que recibes son inconformidades con lo que has hecho, de parte
de tu esposo o de tus hijos; muchas veces he pasado por ese cuadro, pero esto
es lo que me ha ayudado a sobrellevarlas y hasta cambiar la actitud de ellos.
¿Cómo luchar con ellas?
·
Agradece
En los
días de Jesús había mucha gente que le seguía y se vieron expuestos a muchas
necesidades pero ante ellas Jesús siempre mostró la misma actitud: Agradecimiento esto lo podemos
ver en (Mt. 15:36, Mr. 8:6, Jn.6:11). Esta característica de Jesús es admirable
y debe ser imitable por aquellos que pretenden ser sus seguidores. Y es que el
agradecimiento es vital en la vida cristiana y es la clave para manejar el tema
de las quejas. Una persona agradecida no será presa fácil de las quejas.
·
Haz lo mejor que puedas
Muchas
veces no entregamos lo mejor de nosotros para hacer las cosas y eso trae como
consecuencia las quejas de nuestra parte o de otros. Aun cuando hacemos lo
mejor que podemos posiblemente sigan existiendo las quejas de parte de otros
pero esto no debe desanimarnos, por el contrario, nos debe ayudar a evaluar la
forma y manera en que estamos haciendo las cosas para seguir mejorando día a
día. Una palabra que alienta mucho en esto está en Colosenses 3:23 “Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el
Señor y no como para la gente”
·
Sé humilde y reconoce
La
humildad consiste en reconocer que no somos perfectos pero que podemos llegar a
ser capaces. Reconocer que puedes hacerlo mejor te ayudará a sobrellevar las
quejas y verlas como pequeñas piedritas que puedes usar para la edificación de
tu carácter. En Prov. 29:23 dice “La
soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra.”
La soberbia nos traerá más quejas, conflictos, inconformidades.
El contentamiento con lo que tienes y con lo
que das te llevará a sobrellevar las quejas internas y externas a las que te
puedes enfrentar día a día.
Por Omarlis de Tapisquen
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