Un propósito de haber sido creada mujer
La
mujer de hoy en día lucha por ser profesional, por verse hermosa, por
conquistar pasarelas, puestos importantes de empleo, por puestos importantes en
la política, por ser reconocida por sus habilidades, destrezas y conocimientos,
en fin, ser reconocida por ser capaz.
Pero, ¿y el matrimonio? ¿Las relaciones? ¿El formar familia? ¿Dónde queda esto
en la vida de la mujer actual? Lamentablemente queda de último en la lista,
cuando ya estemos cómodas y con la vida hecha. ¿Y es que la vida no se hizo para disfrutarla al lado de un esposo y
con hijos a quien enseñar?
Un día
conversaba con mi hija mayor (en ese momento tendría como 3 años) sobre que
quería ser ella cuando fuera grande, y me dijo con aquella naturalidad, ser
mamá y doctora y me dije: ¡lo estoy haciendo bien!
La
mujer fue diseñada por Dios para ser compañía del hombre; este es el propósito
mayor de su creación; para ser su ayuda y para darle familia. El movimiento
feminista lucha con esta idea de que la mujer fue diseñada para concebir, para
reproducirse, para ser madre de generaciones, pero es la verdad que encontramos
en la Biblia. No es que seamos animalitos que solo parimos y ya, somos las generadoras
de las nuevas generaciones.
La mujer fue diseñada para dar vida (aspecto físico)
Nuestro
cuerpo fue diseñado de tal forma que nuestros órganos reproductivos nos
permiten traer al mundo la vida que Dios designa dar. Un hombre no es capaz de
reproducirse de esta forma, fue dado a la mujer el concebir y dar a luz. Aunque
el feminismo ha intentado introducir en la mente de las mujeres que ellas
pueden decidir sobre su cuerpo en este aspecto, es una mentira que Dios
destruye con su palabra cuando en la creación del hombre y la mujer les da por
orden en Génesis 1:28 “Sean fructíferos y
multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella…” En relación con
esto, él bendijo la actividad sexual entre un hombre (procrear) y una mujer
(concebir) e indicó lo importante que es la reproducción para la creación de la
familia. Es tan así, que cuando somos cortos de edad, aún sin saber lo que es
ser mamá, nuestros instintos actúan en relación a este diseño. Mi niña de casi
dos años no puede ver un bebé porque su instinto materno se aflora de una manera
tan tierna.
La mujer fue diseñada para ser madre (aspecto moral, emocional y espiritual)
Dios
nos ha llamado, madres, para entrenar a nuestros hijos en el camino que les
toca vivir (Pr. 22:6).
Dios
promete que a medida que hacemos brillar la luz en este mundo (y eso incluye a
nuestros hijos) sabremos que nuestro trabajo no fue en vano (Fil. 2:12-16).
Estas
pequeñas vidas que son entregadas en nuestras manos no serán siempre pequeñas e
indefensas, Dios nos ha designado el papel de
·
Dar Dirección (Prov. 1:8)
·
Enseñar (Prov. 6:20)
·
Dar Corrección (Prov.
29:15)
·
Dar amor, disciplina e
instrucción (Ef. 6:4)
Como
madres abnegadas podemos tener mayor alcance en su vida en cuanto a la
moralidad, emociones y relación con Dios.
A
la madre moderna no siempre le gusta ser identificada como madre. Tenemos nombres
e identidades de mucha mayor importancia. TRILLIA NEWBELL
Cuidado
si estás siendo presa de esta corriente de pensamientos, porque aún las madres
cristianas se identifican primero como cristianas antes que mamás.
¡Regocíjate,
Dios te ha hecho madre! Ser mamá es más que dar a luz y cuidarlos todo el día
en casa, es la oportunidad de mostrar el glorioso evangelio de Cristo a esas
pequeñas vidas, y así contribuir al Reino de Dios por medio de formar el
carácter de estos pequeños.
Por Omarlis de Tapisquen
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