Ir al contenido principal

Feminidad Bíblica Parte III

 

Un propósito de haber sido creada mujer

La mujer de hoy en día lucha por ser profesional, por verse hermosa, por conquistar pasarelas, puestos importantes de empleo, por puestos importantes en la política, por ser reconocida por sus habilidades, destrezas y conocimientos, en fin, ser reconocida por ser capaz. Pero, ¿y el matrimonio? ¿Las relaciones? ¿El formar familia? ¿Dónde queda esto en la vida de la mujer actual? Lamentablemente queda de último en la lista, cuando ya estemos cómodas y con la vida hecha. ¿Y es que la vida no se hizo para disfrutarla al lado de un esposo y con hijos a quien enseñar?

Un día conversaba con mi hija mayor (en ese momento tendría como 3 años) sobre que quería ser ella cuando fuera grande, y me dijo con aquella naturalidad, ser mamá y doctora y me dije: ¡lo estoy haciendo bien!

La mujer fue diseñada por Dios para ser compañía del hombre; este es el propósito mayor de su creación; para ser su ayuda y para darle familia. El movimiento feminista lucha con esta idea de que la mujer fue diseñada para concebir, para reproducirse, para ser madre de generaciones, pero es la verdad que encontramos en la Biblia. No es que seamos animalitos que solo parimos y ya, somos las generadoras de las nuevas generaciones.

La mujer fue diseñada para dar vida (aspecto físico)

Nuestro cuerpo fue diseñado de tal forma que nuestros órganos reproductivos nos permiten traer al mundo la vida que Dios designa dar. Un hombre no es capaz de reproducirse de esta forma, fue dado a la mujer el concebir y dar a luz. Aunque el feminismo ha intentado introducir en la mente de las mujeres que ellas pueden decidir sobre su cuerpo en este aspecto, es una mentira que Dios destruye con su palabra cuando en la creación del hombre y la mujer les da por orden en Génesis 1:28 “Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella…” En relación con esto, él bendijo la actividad sexual entre un hombre (procrear) y una mujer (concebir) e indicó lo importante que es la reproducción para la creación de la familia. Es tan así, que cuando somos cortos de edad, aún sin saber lo que es ser mamá, nuestros instintos actúan en relación a este diseño. Mi niña de casi dos años no puede ver un bebé porque su instinto materno se aflora de una manera tan tierna.

La mujer fue diseñada para ser madre (aspecto moral, emocional y espiritual)

Dios nos ha llamado, madres, para entrenar a nuestros hijos en el camino que les toca vivir (Pr. 22:6).

Dios promete que a medida que hacemos brillar la luz en este mundo (y eso incluye a nuestros hijos) sabremos que nuestro trabajo no fue en vano (Fil. 2:12-16).

Estas pequeñas vidas que son entregadas en nuestras manos no serán siempre pequeñas e indefensas, Dios nos ha designado el papel de

·         Dar Dirección (Prov. 1:8)

·         Enseñar (Prov. 6:20)

·         Dar Corrección (Prov. 29:15)

·         Dar amor, disciplina e instrucción (Ef. 6:4)

Como madres abnegadas podemos tener mayor alcance en su vida en cuanto a la moralidad, emociones y relación con Dios.

A la madre moderna no siempre le gusta ser identificada como madre. Tenemos nombres e identidades de mucha mayor importancia. TRILLIA NEWBELL

Cuidado si estás siendo presa de esta corriente de pensamientos, porque aún las madres cristianas se identifican primero como cristianas antes que mamás.

¡Regocíjate, Dios te ha hecho madre! Ser mamá es más que dar a luz y cuidarlos todo el día en casa, es la oportunidad de mostrar el glorioso evangelio de Cristo a esas pequeñas vidas, y así contribuir al Reino de Dios por medio de formar el carácter de estos pequeños.




Por Omarlis de Tapisquen

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué estás haciendo con los sueños de tus hijos?

Algo que sin duda tienen nuestros hijos son sueños, algunos más raros que otros, unos más realizables que otros, unos más serios que otros, pero todos sueñan con ser o lograr algo. Recientemente vi una película llamada vuela alto, y en resumidas cuentas trata de un muchacho que desde niño creyó que podía participar en las olimpiadas, y nunca se dio por vencido, tuvo a su lado un padre incrédulo, a pesar de que siempre estuvo allí, y una madre que no dejó de creer en él – aunque no era el mejor – y esto me hizo hacerme esta pregunta ¿qué estoy haciendo con los sueños de mis hijas? Los padres somos responsables de estas pequeñas vidas que se nos han prestado, y no solo debemos cuidar su bien físico, también debemos velar por sus mentes, corazón y espíritu. Entonces ¿cómo cuidamos los sueños de nuestros hijos? Debemos cuidar como nos referimos a los sueños de nuestros hijos . Muchas veces como padres, ya adultos y con un gran camino recorrido, sabemos que hay sueños que nuestros

No Soy suficiente… ...Sin Cristo en mí

Esta es una verdad que debo recordarme a diario (es muy fácil creer que puedo con todo). Este mundo nos dice «Sí mamá, eres una guerrera» «puedes con eso y más» «eres una mujer valiente y empoderada» «puedes hacer lo que sea» y muchas cosas parecidas, y caemos en esa trampa del enemigo al prestar nuestros oídos, sí, ¡es una trampa! Porque detrás de estas frases tan alentadoras se encuentra una sola verdad «Soy suficiente, no necesito de Cristo para esto, yo puedo sola» entonces comenzamos -muchas veces sin analizarlo profundamente- a creer más en nuestras fuerzas que en lo que Jesús puede y desea hacer en y por medio de nosotras. ¡ El Evangelio es suficiente! Y yo puedo ser una mujer, una esposa, una madre, una sierva suficiente por medio del trabajo de Cristo en mi vida a través de su evangelio. Esta es una verdad alentadora y retadora para la mujer de hoy en día que desea vivir; agradando a aquel que le ha llamado y escogido para él, en medio de un mundo lleno de satisfacc

¿Que voz estas escuchando?

Estás en casa, el sonido del televisor, los niños jugueteando, la música de los vecinos al fondo. Sales a la calle, cada joven con una corneta y una música diferente, cada local comercial con su propia música y una más alta que la otra, las unidades de transporte con la música a todo volumen; se hace imposible escuchar tus propios pensamientos. ¿No te pasa que muchas veces quieres escuchar el silencio por un momento? Es una realidad, siempre estamos escuchando algo o a alguien. Debido a que siempre estamos expuestos a sonidos, es muy difícil saber que escuchar; hay tantas voces a nuestro alrededor que se puede volver imposible saber cuál es la correcta y seguirla. Estas voces luchan por ser escuchadas. Tenemos la voz de nuestro yo. Esta es la voz que desde hace muchos años está deseando y luchando por salir a flote y en estos tiempos se ha hecho más audible. Es la voz por la que muchas mujeres han peleado por años. Y es que merecemos ser escuchadas ¿no? Tenemos buenas ideas, tenem