Hace unas semanas las redes sociales estallaban en comentarios negativos y algunos también positivos por una imagen de una niña que “decidió” hacer su fiesta de cumpleaños del tema -El Juego del Calamar-. Los comentarios se relacionaban al hecho de ¿cómo los padres de esa niña podían permitir que su hija eligiera este tipo de tema tan violento para celebrar su cumpleaños? Otras de las publicaciones apoyaban tal celebración sin ningún problema, ya que el hecho de que la elección de la niña fuera este tema no aseguraba que la niña supiera bien lo que estaba eligiendo, es más, ni siquiera aseguraba que ella había visto la serie, que no se debía juzgar ni a la niña ni a los padres por esta elección.
Yo no he visto tal serie por lo que mi propósito no
es hablar de si está bien o no verla (aunque yo no expondría a mis hijas ante
la violencia vista como buena). Lo que me llevó a escribir este artículo es por
el revuelo que se armó por la “elección de la niña” en escoger el tema. Y es
que mientras leía los comentarios y publicaciones me preguntaba ¿por qué no se
hacen la misma pregunta cuando un niño dice ser niña o viceversa?
“Dios hizo al hombre y a la mujer, a su imagen los
hizo”… Gn 1:27 este es el diseño bíblico aunque a muchas personas
no les agrade ni estén de acuerdo con ello. Dios hizo a un varón, con un cuerpo
de varón y todo su organismo está diseñado para ser hombre. Dios hizo a una
hembra, con un cuerpo de hembra y todo su organismo está diseñado para ser
mujer. Decir que un hombre está encerrado en un cuerpo de mujer o viceversa, es
decir abiertamente que Dios se equivocó, y esto es algo que no puede ser ni va
a suceder.
Entonces, como padres estamos llamados a enseñar a
nuestros hijos esta verdad en conjunto con muchas otras, para que puedan crecer
con criterios morales establecidos por la biblia y no por lo que la sociedad
con el paso del tiempo comienza a aceptar como moralmente bueno. Si nos afecta
que nuestros hijos elijan juegos, series, comiquitas, música que incitan a la
violencia, al sexo desenfrenado, ¿por qué no nos afecta cuando nuestros niños
dicen, “mami, papi, yo siento que estoy en el cuerpo equivocado”?
Aquí habrá un choque tremendo con los padres que
defienden la corriente de crianza que dice que los niños son personas dignas de
respetar en sus decisiones, emociones y pensamientos. El problema con esta
corriente es que va totalmente en contra de lo que la biblia (nuestro manual de
vida) nos dice al respecto de la crianza. Los padres fueron puestos en la
familia por Dios para guiar, enseñar y aconsejar a los hijos para gloria y
honra del Dios que los creó y dentro de esta guía, enseñanza y consejo se
incluye aceptar como Dios los hizo; hombre y mujer. Y si nuestros hijos quieren
decidir ser del sexo opuesto al que fue creado, los padres estamos para orientarles en el camino correcto.
Mamá/papá que tienes la oportunidad de leerme, no
dejes de hablarles a tus hijos sobre su sexualidad, sin temor, sin pena.
Enséñale que Dios lo ha creado con un valor único por haber soplado en él
aliento de vida. Y que su cuerpo es solo una forma física de su gloria y
majestad. Que aprenda a amarse y a valorarse por ser niño o por ser niña, y si
haces esto desde que son muy pequeños sus dudas al ir creciendo se responderán
solas frente al valor que ya habremos inculcado en ellos. Y si llegasen a dar
lugar a esas dudas por las que todo adolescente pasa al crecer pues no temas
sentarte, escucharle y orientarle a lo que es correcto bíblicamente; si has
hecho un buen trabajo en sus primeros años esto solo será un tiempo para
reforzar.
Como padres no queremos que nuestros hijos elijan ser ladrones o asesinos, sinceramente no los dejaríamos, pues así mismo debe ser al respecto de estos pensamientos, no debemos dejarles perderse entre estas ideologías de género que cada vez cobran más fuerza en nuestra sociedad.
SDG
Por Omarlis de Tapisquen
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